Primero deciros que este post va dedicado a mi suegro Agustín y mi cuñado Iván, por su santo y cumpleaños respectivamente.
Receta que se me escapó allá por el mes de Mayo, una adaptación en versión tapa de los huevos rotos.
En Salamanca muchos se autoproclaman “creadores” de los huevos rotos, además de presumir de ello hacen publicidad de manera gratuita con sus “Huevos del…” pero lo que me pregunto yo ¿puedes considerarte un creador por hacer un huevo frito con patatas y chorizo? Yo creo que no, es más llegar a juntar ingredientes básicos como pueden ser los huevos, chorizo y patatas lo considero un acto más de sentido común que de “creación culinaria”.
La adaptación que elaboré parte de la base de: PRODUCTO TOTAL….
Es decir, Huevos de gallinas de corral sin jaulas ni nada, de mi pueblo para más señas exactamente de la señora Victoria, las chichas de Teo, adobo espectacular, casero, artesano, sin conservantes ni colorantes
y por supuesto unas buenas patatas, buenas, buenas de mi compadre “el Fenómeno”. Vamos al lío, que hoy, es muy sencillo.
- Confitamos unas patatas durante 4 horas 85º, reservamos.
- Envolvemos las chichas en papel film y le damos forma de cilindro, dejamos enfriar y cortamos medallones de 3 cm ( si se quieren más finos, más finos, si se quieren más gruesos, pues más gruesos)
- Extraemos una yema de huevo y la “entoñamos” en sal y azúcar durante 30 minutos.
- Freímos las patatas en AOVE, marcamos las chichas en una sartén sin aceite ( hay que cuidarse un poco) y limpiamos la yema.
- Formamos una milhojas, patata, chichas, patata, yema.
“Huevos rotos con chichas 2.0”
¿Podríamos decir ahora que hemos inventado algo?
Creo que no, es más aseguro que no.
!!!Hasta siempre!!!